Directora en Real Conservera Española S.L.
Se especializó en Bromatología (Alimentación) se incorporó a la fábrica de Bernardo Alfageme en Vigo con 26 años, y comenzó en el laboratorio de Calidad.
Antes del cierre de la emblemática firma, Lucrecia llevaba en la cabeza un proyecto familiar muy vinculado también a su vocación de veterinaria; una granja-escuela que todavía continúa; la Granja Kiriko. Cuando le ofrecieron capitanear el proyecto de Real Conservera, un referente en el sector de alta gama iba a cumplir 50 años y no se lo pensó. En toda esta etapa al frente de la fábrica conservera, Lucrecia reivindica una formación profesional específica que apoye el trabajo de las mujeres que empacan a mano las conservas; una obra de orfebrería, un trabajo que es un arte.