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Al principio eran objetos industriales contenedores del lujo (1880 - 1920)
La mujer, sujeto
de la publicidad
Es bien conocido el papel de la mujer como principal eje de la pu-
blicidad, hacia ella se dirigían la casi totalidad de las apelaciones
publicitarias por su condición de ama de casa y compradora de los
artículos del hogar.
En los comienzos se presentaba a la mujer de una forma idealizada, re-
presentada como alegoría de la fecundidad del mar, con paños y cintas,
o bien y mucho más frecuente, la mujer vestida con el tradicional traje
regional de falda roja de franjas, mandil y corpiño o dengue que bien
podía ser la mujer gallega o asturiana típica del oeste peninsular, sola o
protagonizando una escena típicamente marinera, en una clara alusión
al origen del producto. Pero en la mayoría de las representaciones se
trata de mujeres cariátides, que portan patelas o que esperan mirando al
mar la llegada del sustentador familiar, son mujeres pasivas, idealizadas
en un eterno femenino que las retrataba como estatuas a pesar de que
ya poblaban las fábricas de conservas como fuerza laboral principal, en
Galicia las mujeres fueron las protagonistas obreras de la revolución
industrial.
ANUNCIO SERTIDORA
La publicidad facilitó en España el paso de una sociedad de subsistencia
a una moderna sociedad de consumo, creando necesidades de otros La publicidad de la maquinaria conservera nos permite visualizar la escasa
productos. El proceso discurrió durante el pasado siglo y tuvo dos mo- representación de la mujer en activo, en este caso es una publicidad dirigida a los
mentos culminantes: el período de entreguerras y la década de los 60. empresarios en torno a la innovación que supuso las cerradoras, una operación
En ambos casos, fue esencial el rol de la mujer. Primero, para insinuar antes realizada por hombres.
el consumo en los años 20 y 30 y segundo, para consolidarlo más tarde
de manera ya definitiva.
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